Nueva Zelanda siglo XVIII
Después de ser los únicos ocupantes de Nueva Zelanda por casi mil años, los pueblos maoríes de repente se vieron obligados a competir por la tierra.
Los primeros pueblos que habitaron Nueva Zelanda fueron los maoríes, que comenzaron a establecerse a principios del siglo IX, y que provenían de otras islas del Océano Pacífico navegando en sus canoas. Se establecieron en tierra a lo largo de la costa y de los ríos de la isla norte, aunque también establecieron comunidades en la isla del sur, en cantidades más pequeñas. A partir de finales del siglo XVIII, se presentaron cada vez más colonias y puestos comerciales organizados por los misioneros y los balleneros, a pesar de la renuencia de los maoríes. En los años 1830, un número creciente de colonos europeos en la isla norte de Nueva Zelanda comenzaba a causar problemas. Los colonos necesitaban grandes áreas de tierra para engordar ovejas. Los locales, es decir los maoríes, cultivaban, pescaban y cazaban, y le dieron la bienvenida al comercio. El folclor maorí dice que la isla norte de Nueva Zelanda fue creada por un héroe indígena, conocido como Maui. Ellos creían que el territorio debía ser tenido en fianza para la próxima generación, de tal forma que vender la tierra iba en contra de sus tradiciones. Por esta razón, no querían venderles tierras a los colonos europeos.
Soberanía británica
Por la década de 1830, el número de maoríes había disminuido por las enfermedades traídas, de forma accidental, por los europeos. Tanto los colonos como los maoríes querían que los británicos les suministraran leyes estrictas y apelaban a Gran Bretaña para pedir ayuda.
En 1840, un representante del gobierno británico, junto con 50 de los jefes maoríes, firmó el tratado de Waitangi. El tratado decía que si los maoríes cedían el control sobre Nueva Zelanda al imperio británico y aceptaban a la reina Victoria como su soberana, los británicos protegerían los derechos de propiedad de todas las tierras maoríes. Bajo los términos de este acuerdo, Nueva Zelanda también se convirtió en una dependencia de la Nueva Gales del Sur, en Australia. Los europeos continuaron tomando el control de las tierras maoríes. Muchos pensaban que las habían comprado de forma ilegal. Pero, dado que había dos versiones del tratado, los maoríes pensaban que tan solo habían acordado darles a los británicos gobemabilidad. Se presentaron varias insurrecciones violentas por parte de los maoríes entre 1845 y 1848.
Las guerras maoríes
En 1860 se inició la guerra entre los maoríes y los colonos. Aunque estos pueblos lucharon con valentía, fueron obligados a retirarse a las montañas. La paz se estableció en 1871, y en 1909 Nueva Zelanda se convirtió en un dominio del imperio británico. Nueva Zelanda prosperó y el número de maoríes comenzó a incrementarse de nuevo.
OTROS DATOS:
Ko Tauwaki, líder de la tribu Tukanu, de los maoríes. El folclor maorí dice que la isla norte de Nueva Zelanda fue creada por un héroe indígena, conocido como Maui.
Antes de la llegada de los europeos, los maoríes no tenían enemigos extranjeros, diferentes a los grupos tribales que a menudo entraban en guerra entre si. Las tribus usualmente vivían en villas fortificadas, tales como la de la imagen, con vista al lago Rotorua.
Los balleneros fueron los primeros colonos europeos en llegar a Nueva Zelanda y los primeros en dar la vuelta a las islas del Océano Pacifico.
Ceremonia de ongi, o la presión de las narices practicada por las mujeres maories en Taranaki, en la costa occidental de la isla norte de Nueva Zelanda. El pico del monte Egmont (de 2.517 metros de altura) se puede ver a la distancia.
Los grupos tribales maoríes con frecuencia se peleaban entre si. Los guerreros decoraban sus caras con elaborados tatuajes para distinguirse unos de otros durante la batalla.
La insurrección maorí ocurrió entre 1845 y 1848, y volvió a presentarse entre 1860 y 1870. Después de esa fecha, los colonos hicieron concesiones y se estableció una paz duradera.
Los primeros pueblos que habitaron Nueva Zelanda fueron los maoríes, que comenzaron a establecerse a principios del siglo IX, y que provenían de otras islas del Océano Pacífico navegando en sus canoas. Se establecieron en tierra a lo largo de la costa y de los ríos de la isla norte, aunque también establecieron comunidades en la isla del sur, en cantidades más pequeñas. A partir de finales del siglo XVIII, se presentaron cada vez más colonias y puestos comerciales organizados por los misioneros y los balleneros, a pesar de la renuencia de los maoríes. En los años 1830, un número creciente de colonos europeos en la isla norte de Nueva Zelanda comenzaba a causar problemas. Los colonos necesitaban grandes áreas de tierra para engordar ovejas. Los locales, es decir los maoríes, cultivaban, pescaban y cazaban, y le dieron la bienvenida al comercio. El folclor maorí dice que la isla norte de Nueva Zelanda fue creada por un héroe indígena, conocido como Maui. Ellos creían que el territorio debía ser tenido en fianza para la próxima generación, de tal forma que vender la tierra iba en contra de sus tradiciones. Por esta razón, no querían venderles tierras a los colonos europeos.
Soberanía británica
Por la década de 1830, el número de maoríes había disminuido por las enfermedades traídas, de forma accidental, por los europeos. Tanto los colonos como los maoríes querían que los británicos les suministraran leyes estrictas y apelaban a Gran Bretaña para pedir ayuda.
En 1840, un representante del gobierno británico, junto con 50 de los jefes maoríes, firmó el tratado de Waitangi. El tratado decía que si los maoríes cedían el control sobre Nueva Zelanda al imperio británico y aceptaban a la reina Victoria como su soberana, los británicos protegerían los derechos de propiedad de todas las tierras maoríes. Bajo los términos de este acuerdo, Nueva Zelanda también se convirtió en una dependencia de la Nueva Gales del Sur, en Australia. Los europeos continuaron tomando el control de las tierras maoríes. Muchos pensaban que las habían comprado de forma ilegal. Pero, dado que había dos versiones del tratado, los maoríes pensaban que tan solo habían acordado darles a los británicos gobemabilidad. Se presentaron varias insurrecciones violentas por parte de los maoríes entre 1845 y 1848.
Las guerras maoríes
En 1860 se inició la guerra entre los maoríes y los colonos. Aunque estos pueblos lucharon con valentía, fueron obligados a retirarse a las montañas. La paz se estableció en 1871, y en 1909 Nueva Zelanda se convirtió en un dominio del imperio británico. Nueva Zelanda prosperó y el número de maoríes comenzó a incrementarse de nuevo.
OTROS DATOS:
Ko Tauwaki, líder de la tribu Tukanu, de los maoríes. El folclor maorí dice que la isla norte de Nueva Zelanda fue creada por un héroe indígena, conocido como Maui.
Antes de la llegada de los europeos, los maoríes no tenían enemigos extranjeros, diferentes a los grupos tribales que a menudo entraban en guerra entre si. Las tribus usualmente vivían en villas fortificadas, tales como la de la imagen, con vista al lago Rotorua.
Los balleneros fueron los primeros colonos europeos en llegar a Nueva Zelanda y los primeros en dar la vuelta a las islas del Océano Pacifico.
Ceremonia de ongi, o la presión de las narices practicada por las mujeres maories en Taranaki, en la costa occidental de la isla norte de Nueva Zelanda. El pico del monte Egmont (de 2.517 metros de altura) se puede ver a la distancia.
Los grupos tribales maoríes con frecuencia se peleaban entre si. Los guerreros decoraban sus caras con elaborados tatuajes para distinguirse unos de otros durante la batalla.
La insurrección maorí ocurrió entre 1845 y 1848, y volvió a presentarse entre 1860 y 1870. Después de esa fecha, los colonos hicieron concesiones y se estableció una paz duradera.