La Guerra de los siete años 1759 - 1763
La guerra de los siete años fue una batalla entre los poderes europeos por la dominación continental y por el control de los mares y las colonias extranjeras.
Durante gran parte del siglo XVIII, Austria, Prusia, Rusia y Francia quisieron tomar el control de Europa. Esta fue una tarea incompleta que quedó de la guerra de sucesión austríaca, la cual finalizó en 1748. Sin embargo, ninguna de estas potencias europeas era lo suficientemente fuerte para ganar por sí misma, así que tuvieron que realizar alianzas. Como resultado, se presentó un desequilibrio de poder. Austria, Francia, Suecia, Rusia y España estaban opuestas a Prusia, Gran Bretaña y Hannover. Austria quería recapturar Silesia del control de los prusianos, e Inglaterra y Francia ya se encontraban luchando por las colonias indias y canadienses. Pero las guerras eran costosas en tiempo, dinero, armas y vidas humanas, y drenaban los recursos de los estados beligerantes. Las luchas se iniciaron en 1756 y duraron siete años. Al principio, parecía como si los austríacos y los franceses fueran a salir victoriosos. Los británicos, bajo el mando de su secretario de estado, Pitt el Viejo, se unieron a los prusianos. Las victorias prusianas en 1757, en las batallas de Rossbach (contra Francia), Leuthen (contra Austria) y Zorndorf (contra Rusia), junto con las victorias británicas sobre los franceses en Plassey, India, y en Quebec, Canadá, restauraron el equilibrio del poder.
¿Cómo finalizó la guerra de los siete años?
En 1759, un ejército británico-prusiano derrotó a los franceses en la batalla de Minden, Alemania; la armada británica derrotó a la flota francesa en la bahía de Quiberon. En 1760, los británicos se tomaron Montreal, en Canadá. Luego, en 1761, William Pitt, el Viejo, fue obligado a renunciar debido a que sus políticas eran impopulares entre los demás políticos. Isabel, la zarina de Rusia, falleció en 1762 y el nuevo zar, Pedro III, retiró a Rusia de la guerra. No obstante, esta acción no puso fin a las hostilidades. Lo que realmente las terminó fueron los costos y la destrucción que les dejaron a todos los bandos, debido a que se quedaron sin dinero y sin material militar. Los ministros y los diplomáticos ahora controlaban los gobiernos y, después de tantas y prolongadas privaciones, muchos países preferían dialogar en lugar de hacer la guerra. En el Tratado de París, en 1763, se acordó que Gran Bretaña obtendría tierras francesas en Canadá e India, mientras que los prusianos mantendrían control sobre la rica provincia de Silesia.
OTROS DATOS:
William Pitt, el primer duque de Chatham (1708-1778) fue el secretario de estado británico entre 1756 y 1761. Dirigió la intervención británica en la guerra de los siete años, con un gran sentido de la estrategia.
La guerra de los siete años fue costosa en vidas humanas y dinero para todos los participantes y se llevó a cabo a gran escala, como lo demuestran las escaramuzas entre los soldados prusianos y los británicos.
La guerra de los siete años involucró a muchas naciones, cada una con sus propios objetivos. Prusia y Gran Bretaña sacaron el mayor provecho. Prusia mantuvo el control sobre Silesia y Gran Bretaña obtuvo mayor control de los mares, asi como de Canadá y la India.
En la batalla de la bahía de Quiberon, en noviembre de 1759, afuera de las costas de Britania, la fuerza naval británica derrotó a los franceses y a partir de ese momento dominó altamar.
Esta medalla fue hecha en honor a la alianza llevada a cabo en el palacio de Versalles, en 1756, entre Austria y Francia.
La batalla de Zondorf se llevó a cabo entre los rusos y los prusianos en 1758. La batalla fue fiera y ninguno de los bandos realmente ganó, aunque Prusia sacó el mayor beneficio dado que evitó una invasión rusa.
Durante gran parte del siglo XVIII, Austria, Prusia, Rusia y Francia quisieron tomar el control de Europa. Esta fue una tarea incompleta que quedó de la guerra de sucesión austríaca, la cual finalizó en 1748. Sin embargo, ninguna de estas potencias europeas era lo suficientemente fuerte para ganar por sí misma, así que tuvieron que realizar alianzas. Como resultado, se presentó un desequilibrio de poder. Austria, Francia, Suecia, Rusia y España estaban opuestas a Prusia, Gran Bretaña y Hannover. Austria quería recapturar Silesia del control de los prusianos, e Inglaterra y Francia ya se encontraban luchando por las colonias indias y canadienses. Pero las guerras eran costosas en tiempo, dinero, armas y vidas humanas, y drenaban los recursos de los estados beligerantes. Las luchas se iniciaron en 1756 y duraron siete años. Al principio, parecía como si los austríacos y los franceses fueran a salir victoriosos. Los británicos, bajo el mando de su secretario de estado, Pitt el Viejo, se unieron a los prusianos. Las victorias prusianas en 1757, en las batallas de Rossbach (contra Francia), Leuthen (contra Austria) y Zorndorf (contra Rusia), junto con las victorias británicas sobre los franceses en Plassey, India, y en Quebec, Canadá, restauraron el equilibrio del poder.
¿Cómo finalizó la guerra de los siete años?
En 1759, un ejército británico-prusiano derrotó a los franceses en la batalla de Minden, Alemania; la armada británica derrotó a la flota francesa en la bahía de Quiberon. En 1760, los británicos se tomaron Montreal, en Canadá. Luego, en 1761, William Pitt, el Viejo, fue obligado a renunciar debido a que sus políticas eran impopulares entre los demás políticos. Isabel, la zarina de Rusia, falleció en 1762 y el nuevo zar, Pedro III, retiró a Rusia de la guerra. No obstante, esta acción no puso fin a las hostilidades. Lo que realmente las terminó fueron los costos y la destrucción que les dejaron a todos los bandos, debido a que se quedaron sin dinero y sin material militar. Los ministros y los diplomáticos ahora controlaban los gobiernos y, después de tantas y prolongadas privaciones, muchos países preferían dialogar en lugar de hacer la guerra. En el Tratado de París, en 1763, se acordó que Gran Bretaña obtendría tierras francesas en Canadá e India, mientras que los prusianos mantendrían control sobre la rica provincia de Silesia.
OTROS DATOS:
William Pitt, el primer duque de Chatham (1708-1778) fue el secretario de estado británico entre 1756 y 1761. Dirigió la intervención británica en la guerra de los siete años, con un gran sentido de la estrategia.
La guerra de los siete años fue costosa en vidas humanas y dinero para todos los participantes y se llevó a cabo a gran escala, como lo demuestran las escaramuzas entre los soldados prusianos y los británicos.
La guerra de los siete años involucró a muchas naciones, cada una con sus propios objetivos. Prusia y Gran Bretaña sacaron el mayor provecho. Prusia mantuvo el control sobre Silesia y Gran Bretaña obtuvo mayor control de los mares, asi como de Canadá y la India.
En la batalla de la bahía de Quiberon, en noviembre de 1759, afuera de las costas de Britania, la fuerza naval británica derrotó a los franceses y a partir de ese momento dominó altamar.
Esta medalla fue hecha en honor a la alianza llevada a cabo en el palacio de Versalles, en 1756, entre Austria y Francia.
La batalla de Zondorf se llevó a cabo entre los rusos y los prusianos en 1758. La batalla fue fiera y ninguno de los bandos realmente ganó, aunque Prusia sacó el mayor beneficio dado que evitó una invasión rusa.