Los primeros colonos americanos 1607 - 1650
Cuando los primeros europeos llegaron, los nativos americanos no estaban seguros respecto a ellos. No se imaginaban que estos colonos pronto vendrían por millones.
Durante un siglo, después de que Juan Caboto descubriera Terranova en 1497, la mayoría de europeos consideraba a Norteamérica poco importante. no apreciaban su potencial y veían poco valor comercial allí. Los intereses principales estaban en encontrar una ruta marítima a Asia y adquirir dinero fácil saqueando los galeones españoles cargados de oro en el mar Caribe.
Los antiguos exploradores volvieron a casa sin encontrar el oro, las ciudades exóticas y los pasajes marítimos a Asia que habían estados buscando. Tanto las colonias francesas de Cartier, en Québec (1534-1541), como la colonia inglesa de Raleigh, en Roanoke (1584-1590), fueron un fracaso. Sin embargo, una colonia española fundada en 1565 en San Agustín, Florida, sobrevivió.
Sólo en 1607 y 1608, cuando las colonias se fundaron en Québec y Jamestown, los europeos se dieron cuenta de que las nuevas tierras podían tener valor. A partir de 1600, muchos europeos, deseosos de escapar de las presiones religiosas y la guerra en su tierra natal, zarparon hacia Norteamérica para iniciar una nueva vida. La primera colonia inglesa que tuvo éxito, fundada en 1607, en Jamestown, Virginia, fue casi exterminada por la enfermedad, el hambre y los problemas con los nativos americanos, y sin embargo sobrevivió. Su líder, John Smith, escribió un libro en 1616 que atrajo a más colonos.
John Rolfe enseñó el cultivo de tabaco a los colonos en 1612. El cultivo les producía dinero y de esa forma prosperó Jamestown. A medida que se incrementaba la demanda por el tabaco, los cultivadores necesitaron más tierra y se las quitaron a los pueblos nativos. Esta lucha por la tierra condujo a amargas guerras entre los colonos y los nativos americanos.
La llegada a Massachusetts de los peregrinos a bordo del barco Mayflower, en 1620, marcó un punto de giro. Vinieron a quedarse y a vivir según los principios puritanos. En 1625, los holandeses establecieron una colonia en la isla de Manhattan, el sitio actual de Nueva York. Los colonos franceses también llegaron y se establecieron al norte del río San Lorenzo, en lo que en la actualidad se conoce como Canadá.
El comercio de las pieles, particularmente las de castor, se volvió muy rentable, dada su alta demanda en toda Europa. A partir de 1630, llegaron algunos refugiados puritanos y emigrantes de Inglaterra. No tenían esperanzas de regresar y, aunque la vida era muy dura, sus colonias en nueva Inglaterra prosperaron.
OTROS DATOS:
Los primeros colonos de Nueva Inglaterra eran vigorosos, pero no eran granjeros. Hubieran muerto de hambre si un nativo americano llamado Squanto no se hubiera hecho amigo de ellos y les hubiera enseñado cómo sobrevivir mediante el cultivo de maíz y la pesca.
Un grupo de puritanos llegó a Plymouth, Massachusetts, en 1620, para fundar la primera colonia permanente y privada de Norteamérica. Conocida como los "padres peregrinos", se consideran los fundadores de los modernos Estados Unidos y los creadores del sueño americano, la visión de una nueva vida libre de opresión.
El Mayflower llevó a 102 colonos puritanos y 47 miembros de la tripulación en condiciones de hacinamiento. Para escapar de la persecución religiosa, zarparon de Plymouth, Inglaterra, en 1620, y llegaron cerca de Cabo Bacalo, donde fundaron un pequeño asentamiento al cual también le dieron el nombre de Plymouth.
Los nombres de los lugares del nororiente de la actual Norteamérica muestran que los primeros colonos europeos que tuvieron éxito venían de Inglaterra o Francia.
Alrededor de 1700, había aproximadamente 400 mil europeos en Norteamérica y las colonias de Nueva Inglaterra estaban ya establecidas. Comunidades enteras se habían trasladado allí desde Europa, y pronto se habían vuelto autosuficientes. Se fundó un colegio en Harvard (Boston), en 1636.
Cuando los "padres peregrinos" llegaron a América, en 1620, no sabían algo acerca de la vida silvestre. La comida se les acabó y muchos de los colonos murieron por enfermedades y exposición al clima. Durante el primer invierno, casi la mitad de ellos pereció y sólo 54 individuos estaban vivos a la siguiente primavera.
Durante un siglo, después de que Juan Caboto descubriera Terranova en 1497, la mayoría de europeos consideraba a Norteamérica poco importante. no apreciaban su potencial y veían poco valor comercial allí. Los intereses principales estaban en encontrar una ruta marítima a Asia y adquirir dinero fácil saqueando los galeones españoles cargados de oro en el mar Caribe.
Los antiguos exploradores volvieron a casa sin encontrar el oro, las ciudades exóticas y los pasajes marítimos a Asia que habían estados buscando. Tanto las colonias francesas de Cartier, en Québec (1534-1541), como la colonia inglesa de Raleigh, en Roanoke (1584-1590), fueron un fracaso. Sin embargo, una colonia española fundada en 1565 en San Agustín, Florida, sobrevivió.
Sólo en 1607 y 1608, cuando las colonias se fundaron en Québec y Jamestown, los europeos se dieron cuenta de que las nuevas tierras podían tener valor. A partir de 1600, muchos europeos, deseosos de escapar de las presiones religiosas y la guerra en su tierra natal, zarparon hacia Norteamérica para iniciar una nueva vida. La primera colonia inglesa que tuvo éxito, fundada en 1607, en Jamestown, Virginia, fue casi exterminada por la enfermedad, el hambre y los problemas con los nativos americanos, y sin embargo sobrevivió. Su líder, John Smith, escribió un libro en 1616 que atrajo a más colonos.
La nueva América
John Rolfe enseñó el cultivo de tabaco a los colonos en 1612. El cultivo les producía dinero y de esa forma prosperó Jamestown. A medida que se incrementaba la demanda por el tabaco, los cultivadores necesitaron más tierra y se las quitaron a los pueblos nativos. Esta lucha por la tierra condujo a amargas guerras entre los colonos y los nativos americanos.
La llegada a Massachusetts de los peregrinos a bordo del barco Mayflower, en 1620, marcó un punto de giro. Vinieron a quedarse y a vivir según los principios puritanos. En 1625, los holandeses establecieron una colonia en la isla de Manhattan, el sitio actual de Nueva York. Los colonos franceses también llegaron y se establecieron al norte del río San Lorenzo, en lo que en la actualidad se conoce como Canadá.
El comercio de las pieles, particularmente las de castor, se volvió muy rentable, dada su alta demanda en toda Europa. A partir de 1630, llegaron algunos refugiados puritanos y emigrantes de Inglaterra. No tenían esperanzas de regresar y, aunque la vida era muy dura, sus colonias en nueva Inglaterra prosperaron.
OTROS DATOS:
Los primeros colonos de Nueva Inglaterra eran vigorosos, pero no eran granjeros. Hubieran muerto de hambre si un nativo americano llamado Squanto no se hubiera hecho amigo de ellos y les hubiera enseñado cómo sobrevivir mediante el cultivo de maíz y la pesca.
Un grupo de puritanos llegó a Plymouth, Massachusetts, en 1620, para fundar la primera colonia permanente y privada de Norteamérica. Conocida como los "padres peregrinos", se consideran los fundadores de los modernos Estados Unidos y los creadores del sueño americano, la visión de una nueva vida libre de opresión.
El Mayflower llevó a 102 colonos puritanos y 47 miembros de la tripulación en condiciones de hacinamiento. Para escapar de la persecución religiosa, zarparon de Plymouth, Inglaterra, en 1620, y llegaron cerca de Cabo Bacalo, donde fundaron un pequeño asentamiento al cual también le dieron el nombre de Plymouth.
Los nombres de los lugares del nororiente de la actual Norteamérica muestran que los primeros colonos europeos que tuvieron éxito venían de Inglaterra o Francia.
Alrededor de 1700, había aproximadamente 400 mil europeos en Norteamérica y las colonias de Nueva Inglaterra estaban ya establecidas. Comunidades enteras se habían trasladado allí desde Europa, y pronto se habían vuelto autosuficientes. Se fundó un colegio en Harvard (Boston), en 1636.
Cuando los "padres peregrinos" llegaron a América, en 1620, no sabían algo acerca de la vida silvestre. La comida se les acabó y muchos de los colonos murieron por enfermedades y exposición al clima. Durante el primer invierno, casi la mitad de ellos pereció y sólo 54 individuos estaban vivos a la siguiente primavera.