El comercio europeo en la Edad Media 1100 - 1450
A principios de la Edad Media se desarrolló un nuevo orden comercial en Europa. Los mercaderes y los banqueros florecieron e influenciaron las decisiones de los reyes.
Al comienzo, la Edad Media fue una época de crecimiento para Europa. La población aumentó y se cultivaron más tierras para producir alimentos. Esto generó excedentes de alimentos para la comercialización.
Las ciudades se hicieron más grandes, con mercados permanentes en sirios como Troyes, Lyon, Amberes, Francfort, Leipzing, Londres, Cracovia y Kiev. Los enlaces a través de los ríos y las rutas de embarque se volvieron más ajetreados.
En lugar de intercambiar alimentos (trueque), se utilizaba dinero, y las personas negociaban para incrementar sus ganancias. Los mercaderes judíos, los caballeros templarios y ciertas familias de negocios se especializaron en el préstamo de dinero y la salvaguarda de valores.
Venecia y Génova eran grandes puertos marítimos independientes y centros bancarios que compraban especias, sedas y otros lujos provenientes de Oriente.
Los artículos de Asia venían a través de Bizancio, Egipto y Siria; y de África a través de Túnez y Marruecos. Dichos artículos eran intercambiados por telas, pieles, cuero, hierro, lencería, madera, plata y esclavos.
La mayor parte del dinero europeo era la plata, aunque los países asiáticos usaban el oro para intercambiar. Esto causó porblemas de tal forma que los templarios, los comerciantes judíos y los mercaderes italianos inventaron la banca, con billetes de intercambio y pagarés que podrían ser utilizados en lugar de efectivo.
Las primeras industrias crecieron en las tierras del Rin (Alemania), el norte de Francia, Flandes e Inglaterra, que importaban materiales como el cobre, el aluminio, la lana y el carbón de palo; y exportaban artículos y telas.
Apareció una clase de comerciantes y de habilidosos artesanos. Los mercaderes se hicieron más ricos a través del ejercicio de comprar y vender, pero también corrían riesgos de perder el dinero, dados los robos en el camino y la piratería en el mar, por lo cual la carga o la fortuna se podía perder.
Las empresas de comercio, las ciudades y las organizaciones, como la Liga Hanseática, en el mar Báltico, se unieron para proteger el comercio y abrieron oficinas en puertos y en sitios de mercado. Para proteger su comercio, los venecianos y los genoveses se convirtieron en potencias navales en el Mediterráneo.
Alrededor del año 1350, en Génova se ofrecían servicios de seguros con el fin de proteger a los comerciantes contra la pérdida y la bancarrota. Las familias banqueras tales como los Fugger en Ausburg, Alemania, y los Medici en Florencia, Italia, aumentaron su riqueza y su influencia.
Se estaba desarrollando un nuevo orden comercial y los reyes, los nobles y los clérigos lentamente perdieron poder a medida que se hicieron independientes de los comerciantes y se endeudaron con los banqueros. Pronto, esta nueva clase habría de influenciar las decisiones de los reyes.
En el año 1241, dos ciudades alemanas, Hamburgo y Lubeck, crearon un hansa, o asociación comercial, que se convirtió en la Liga Hanseática en el año 1260, e involucraba a muchas ciudades que anteriormente habían pertenecido a los vikingos.
Transportaban comida y materia prima desde el oriente de Europa, a cambio de productos manufacturados de occidente. La Liga Hanseática dominó el comercio entre Inglaterrra, Escandinavia, Alemania y Rusia en el siglo XIV.
Los mercaderes hanseáticos utilizaban estos fuertes barcos para llevar sus artículos entre los puertos del Báltico y el Atlántico. Establecieron bodegas, aduanas, sistemas bancarios y estructuras de defensa.
Este sello de Danzig, una de las ciudades de la liga más importantes.
OTROS DATOS:
En el siglo XII, las ciudades y los puertos crecieron sobre las rutas comerciales de Europa. Los comerciantes italianos asistían a ferias tales como la de Troyes, con el fin de comprar telas flamencas y vender productos asiáticos.
Los peligros de viajar en los tiempos medievales se muestran en este dibujo, en que un asaltante de caminos le roba dinero a un viajero. Los bandoleros normalmente se escondían a la vera del camino a esperar por sus víctimas.
En Europa, las casas postales y las tabernas eran construidas a lo largo de las vías principales. Proveían refrescos, lugares de descanso y la posibilidad de cambiar los caballos para los comerciantes, peregrinos y otros viajeros.
En una ciudad medieval los mercados se instalaban una vez por semana. El ganado, los alimentos, los metales, las telas, el cuero y los objetos de madera se vendían aalí, y los campesinos se reunían para discutir asuntos locales.
Al comienzo, la Edad Media fue una época de crecimiento para Europa. La población aumentó y se cultivaron más tierras para producir alimentos. Esto generó excedentes de alimentos para la comercialización.
Las ciudades se hicieron más grandes, con mercados permanentes en sirios como Troyes, Lyon, Amberes, Francfort, Leipzing, Londres, Cracovia y Kiev. Los enlaces a través de los ríos y las rutas de embarque se volvieron más ajetreados.
En lugar de intercambiar alimentos (trueque), se utilizaba dinero, y las personas negociaban para incrementar sus ganancias. Los mercaderes judíos, los caballeros templarios y ciertas familias de negocios se especializaron en el préstamo de dinero y la salvaguarda de valores.
Venecia y Génova eran grandes puertos marítimos independientes y centros bancarios que compraban especias, sedas y otros lujos provenientes de Oriente.
Los artículos de Asia venían a través de Bizancio, Egipto y Siria; y de África a través de Túnez y Marruecos. Dichos artículos eran intercambiados por telas, pieles, cuero, hierro, lencería, madera, plata y esclavos.
La mayor parte del dinero europeo era la plata, aunque los países asiáticos usaban el oro para intercambiar. Esto causó porblemas de tal forma que los templarios, los comerciantes judíos y los mercaderes italianos inventaron la banca, con billetes de intercambio y pagarés que podrían ser utilizados en lugar de efectivo.
Las primeras industrias crecieron en las tierras del Rin (Alemania), el norte de Francia, Flandes e Inglaterra, que importaban materiales como el cobre, el aluminio, la lana y el carbón de palo; y exportaban artículos y telas.
El crecimiento del comercio
Apareció una clase de comerciantes y de habilidosos artesanos. Los mercaderes se hicieron más ricos a través del ejercicio de comprar y vender, pero también corrían riesgos de perder el dinero, dados los robos en el camino y la piratería en el mar, por lo cual la carga o la fortuna se podía perder.
Las empresas de comercio, las ciudades y las organizaciones, como la Liga Hanseática, en el mar Báltico, se unieron para proteger el comercio y abrieron oficinas en puertos y en sitios de mercado. Para proteger su comercio, los venecianos y los genoveses se convirtieron en potencias navales en el Mediterráneo.
Alrededor del año 1350, en Génova se ofrecían servicios de seguros con el fin de proteger a los comerciantes contra la pérdida y la bancarrota. Las familias banqueras tales como los Fugger en Ausburg, Alemania, y los Medici en Florencia, Italia, aumentaron su riqueza y su influencia.
Se estaba desarrollando un nuevo orden comercial y los reyes, los nobles y los clérigos lentamente perdieron poder a medida que se hicieron independientes de los comerciantes y se endeudaron con los banqueros. Pronto, esta nueva clase habría de influenciar las decisiones de los reyes.
La Liga Hanseática
En el año 1241, dos ciudades alemanas, Hamburgo y Lubeck, crearon un hansa, o asociación comercial, que se convirtió en la Liga Hanseática en el año 1260, e involucraba a muchas ciudades que anteriormente habían pertenecido a los vikingos.
Transportaban comida y materia prima desde el oriente de Europa, a cambio de productos manufacturados de occidente. La Liga Hanseática dominó el comercio entre Inglaterrra, Escandinavia, Alemania y Rusia en el siglo XIV.
Los mercaderes hanseáticos utilizaban estos fuertes barcos para llevar sus artículos entre los puertos del Báltico y el Atlántico. Establecieron bodegas, aduanas, sistemas bancarios y estructuras de defensa.
Este sello de Danzig, una de las ciudades de la liga más importantes.
OTROS DATOS:
En el siglo XII, las ciudades y los puertos crecieron sobre las rutas comerciales de Europa. Los comerciantes italianos asistían a ferias tales como la de Troyes, con el fin de comprar telas flamencas y vender productos asiáticos.
Los peligros de viajar en los tiempos medievales se muestran en este dibujo, en que un asaltante de caminos le roba dinero a un viajero. Los bandoleros normalmente se escondían a la vera del camino a esperar por sus víctimas.
En Europa, las casas postales y las tabernas eran construidas a lo largo de las vías principales. Proveían refrescos, lugares de descanso y la posibilidad de cambiar los caballos para los comerciantes, peregrinos y otros viajeros.
En una ciudad medieval los mercados se instalaban una vez por semana. El ganado, los alimentos, los metales, las telas, el cuero y los objetos de madera se vendían aalí, y los campesinos se reunían para discutir asuntos locales.